jueves, 31 de diciembre de 2009

La última carta del año...




Mi querido amigo,

Hoy estoy muy triste. En este día, el último del año y se supone que el más loco y atrevido, la tristeza inunda mi alma. Tanto es así, que no quiero pensar para no tomar una decisión equivocada, o tal vez, para no volverme loca.

Si pones la televisión todo son anuncios donde el sexo siempre está presente. Unas veces de forma velada, y las más, de manera bien clara. Si intentas ver algún reportaje, en este día todo es enseñarte los conjuntos de ropa interior muy sugerentes (y preciosos, todo hay que decirlo) y demás lencería por el estilo… Todo, para recibir bien el año y como no… con sexo y diversión, donde el brindis con el cava y sus chispeantes burbujas hacen el resto.

Y aquí estoy yo. Con mi marido y familia en general, pero en mi interior, más sola que la una.

No es que sea un mal hombre, de eso nada, al contrario, es un hombre por el que muchas mujeres matarían y por el que me tienen una envidia malsana. O sea, el hombre ideal. Ideal, si no te gusta ni quieres mantener más sexo en toda tu vida. Pues él lo tiene muy claro desde hace unos años: Nada de sexo. No lo necesita y punto. Nada más que decir del tema.

¿Y qué hace una en estas circunstancias?

Separarse. Esa sería la reacción más lógica y la que todos aconsejarían si supiesen lo que pasa. Pero no es tan simple… no, cuando todavía sigues enamorada de él como el primer día. Si, ya sé que soy tonta. Pero soy así. Le amo.

O… echarse un amante. Reacción que está muy mal vista cuando te casas con el hombre ideal. Con lo cual, no puedes decir ni esta boca es mía, porque las reacciones de las personas de tu alrededor son de una incomprensión total y absoluta.

Yo elegí la segunda de las opciones. Bueno, más que elección, fue un cúmulo de causalidades que me llevaron a ello. Pero con tan mala fortuna, que siento por mi Lobo lo que él no siente por mí. Y encima, llevamos unos meses que parece que todo está en nuestra contra para evitar que nos veamos.

Y aquí estoy, en esta última noche del año, reventando de ganas por tener buen sexo. O quizás tan solo sea que necesito un buen abrazo, mimitos, algunos besos y alguien que me diga que todavía soy bonita. Que estar conmigo es un placer. Que me quiere. Que mi compañía le hace feliz… Pero no. No tengo nada de eso. Solo un marido que es cierto que me quiere pero no es capaz de decirlo ni darte una caricia, y un "Lobo" para el que soy una de sus mejores amantes. Pero es tanto su afán por faldas nuevas, que he de aguardar turno para poder verle. Nada más. Solo eso es lo que tengo.

Y a todo esto, con estos pensamientos tan lúgubres en mi mente y con unas ganas de llorar terribles por conseguir al precio que sea un buen abrazo y beso, tengo que aguantar todas las escenas románticas que se dan a mi alrededor, mire a donde mire…


¡Feliz Noche Vieja! Amigo mío

domingo, 27 de diciembre de 2009

Felices Fiestas



Hola mis queridos amigos internautas...

Aquí estoy de nuevo para desearos unas muy

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!


A parte de que vuestas vidas se llenen
De Amor, Paz y Prosperidad,
También os deseo que se os cumplan vuestros deseos
Más profundos e inconfesables...
Aquellos que no os atreveríais a pedir
Por miedo a que sus MM. los Reyes Magos de Oriente
Se escandalicen...



Pensad que en esta vida nada está prohibido
Ni nada es malo si se desea de corazón
Y siempre que no sea para perjudicar a nadie con ello.

No estamos aquí para sufrir innecesariamente,
Si no para disfrutar de la vida y
Divertirnos todo lo que podamos.

Los días malos vienen solos, sin buscarlos,
Los buenos, los tenemos que propiciar nosotros.
No lo olvidéis y sed muy, muy Felices.


Aprovechad estos días tan maravillosos y mágicos
Para hacer realidad vuestros sueños y
No dejéis que se termine nunca La Magia de la Navidad
En vuestros corazones.


Os lo desea de todo corazón



Julia,
Vuestra Isla Encantada...



jueves, 3 de diciembre de 2009

No pude darte mi sorpresa...


Mi querido amigo,

Llevo unos días muy triste porque no he podido ver a mi Lobo. Yo que estaba tan contenta porque al final decidí a darle la sorpresa que él más deseaba... y no pudo ser. Justo el mismo día que yo tomé la decisión él tuvo un accidente que casi acaba con su vida. Por suerte solo tiene un brazo roto y magulladuras por todo el cuerpo, pero suficientes para no poder vernos porque a penas si puede caminar todavía. Cuando me explicó cómo había sido, me entró un pánico tremendo al comprender lo cerca que había estado de la muerte. Incluso él mismo pensó que ya había llegado su final. Pero menos mal que no fue así y dentro de poco estará aullando de nuevo. Incluso ya se ha permitido darme órdenes a través de e-mail. Si es que... ni medio muerto cambia. Pero ahora sé que se curará, que sigue siendo el mismo ¡Y me encanta! pues no sé qué haría sin mi Lobito... O sin mi "enanito gruñón" como a veces le llamo, pues por mucha paciencia que tenga hay veces que me la agota.

No obstante, este percance me hizo pensar en varias cosas: La fragilidad del cuerpo humano, el destino, en cómo te puede cambiar la vida en un solo segundo... Pero sobre todo, lo que me hizo ver más claro todavía, es que debemos aprovechar al máximo todos los momentos buenos que tengamos. Y si no llegan, pues los provocamos nosotros. Pero lo que no debemos hacer bajo ningún concepto es amargarnos por nada. Debemos vivir a tope disfrutando de todas aquellas cosas que están a nuestro alcance, desde las más chiquitas e insignificantes, a las más grandes... Y cómo no!!! el sexo está el primero de la lista.

Decididamente mi querido amigo, no me arrepiento de nada de lo que aprendí e hice con mi Lobo, y solo deseo que se cure pronto para poder estar de nuevo junto a él y lamerle sus heridas como una gatita en celo...

Besitos tristones,